martes, 15 de octubre de 2013

El sombrero de Vida, 8

El sombrero de Vida

Novela de Augusto Cesar

A Vidalia Gutiérrez, la dama de los sombreros


“No se puede amar al servicio militar sin detestar al pueblo”, Isabel Allende en De amor y de Sombra.





A Sor Juana Ixcot, amiga que me devela la realidad de mi país. A Mario Sarti, confidente del alma.

“La desgracia se lleva en la sangre”, Isabel Allende en De amor y de Sombra.



4

El Alcalde Indígena de Chichicastenango nos recibió a Max y a mí después de haber recavado evidencias e investigaciones de Cholopo como characotel. Podríamos enjuiciarlo y hasta darle un castigo ejemplar. Pero no lo voy a hacer. El fue escogido desde antes de nacer por sus nahuales y entregado por sus propios padres cuando vino al mundo. Debemos respetarlo porque los dioses de la oscuridad lo quieren de guardián y todo lo que ustedes han descubierto que ha hecho es parte de su iniciación.
Mire esta foto, dijo enseñándonos una fotografía de la cueva en un bosque. Les parecerá un bosque cualquiera. Pero es un ecantamiento, un bosque que sólo los chamanes y la Fraternidad de Characoteles conocemos. Agréguela junto a estas otras al expediente y delo por caos cerrado con mi veredicto.
Observamos las otras fotografías y una de ellas llamó poderosamente mi atención. En el interior de la cueva, deduje, rodeada de velas, una piedra.
-Usted que sabe y siente cosas, algo sabe y siente al ver esta foto.
-Bueno, no me genera simpatía como Pascual Abaj, dije. Pero tengo la impresión que conozco este lugar.
 -Claro que ha visto la piedra. Por lo menos en fotografía. Es la misma que tiene aquel brujo de Sololá colgada en su consultorio.
Max me vio extrañado y recordando le dije que la misma fotografía se encontraba colgada en el consultorio de un brujo de Sololá. ¿Cómo se me iba a olvidar si hay una carta de puño y letra del Arcángel de la Muerte agradeciendo al brujo un favor? Fue ese brujo el que lo alertó en una visión extraordinaria que iba a sufrir un atentado en  la cuchilla de un pueblo del Oriente de Guatemala. Al revisar el lugar, encontraron los explosivos y el Arcángel de la Muerte agradecido envió la nota que fue puesta en el mismo marco de la piedra.
Max pidió al Alcalde explicarnos más y aquel indio contó el futuro: Cuando usted ande en la montaña roja del sur de Tegucigalpa, Honduras.... esa montaña de la que Max lo hizo regresar a Guatemala para esta investigación.... donde encontrará inspiración e ideas y verá una de las encrucijadas del amor y el odio, del cielo y del infierno... donde tras conocer el cielo en los ojos negros de Guillermo, usted y él caminarán por esos caminos que lo intrigarán por bellos, áridos y diferentes... será su cotidianidad vespertina y nocturna... y a veces matutina... Cuando lleguen por el terreno baldío donde componen carros, Guillermo resbalará sin que usted se dé cuenta mientras usted husmea unos baldes que contiene gasolina y que le hacen pensar instantáneamente en los fósforos que lleva en la bolsa de su pantalón....
El grito de Guillermo lo hará voltear a él teniendo el balde en la mano. El horror se apoderará de usted al ver que el perro del infierno quiere devorar con sus fauces a su amigo.
-Cholopo, déjalo en paz gritará.
El perro volteará a ver y usted le rociará gasolina encima e instantáneamente le penderá fuego con los fósforos. Todo parecerá tan rápido que parecerá que los aullidos que lanza el perro mientras arde en llamas salen de la nada.
Guillermo y usted regresarán al club, liberados para siempre.
Pasada una hora aproximadamente lo llamará Augusto desde Guatemala. Le contará que le prendieron fuego en Chichicastenango a Cholopo y que murió quedando sólo cenizas, las cuales parecieron volar, según le informaron algunos indios. Pero, en realidad, fueron llevadas por manos invisibles de viento a la cueva de esta foto que usted ya conoce y en cuyo alrededor estará la Fraternidad en pleno.
Cada uno de los miembros tomará un poco de ceniza y bañará la piedra con ella tras tirarle un escupitajo. De esta manera y con ayuda de los elementales, el espíritu de Cholopo y sus nahuales de futuro quedarán en la piedra hasta todas las piedras del mundo y el mismo mundo desaparezca. Con el tiempo a esa piedra acudirán indios pidiendo venganza, clamando odio, exigiendo muerte y destrucción. Los brujos negros centrarán en ella sus trabajos más profundos y usted será el único ladino que sabrá que si quiere hacer daño, destruir, sembrar terror y guerra esa piedra se la concederá porque en ella habita la esencia del mal. Y a usted se le dará el privilegio de saber eso porque esa esencia estuvo relacionada con usted. Era parte suya y sólo se habrá librado por el poder del fuego cuando usted mismo lo active defendiendo lo que más ama en ese momento: El cielo de Honduras....
Vinieron a mi mente dos cosas. Que Cholopo siempre me dijo que la sacerdotisa, la mamá de Juanjo le dijo que con fuego se curaría y él siempre pensó era un toj, una quema espiritual medicinal indígena que se hace en series y de la que él hizo sólo una en presencia de Juan y Samara. La curación viene de volver fuego el agua. Obviamente, se refería a la gasolina comprendí.
Obviamente el Alcalde indígena sabía de mis pensamientos. Pero Max no, así que indagó en qué pensaba. Le conté lo anterior y al terminar me dijo: Bueno ¿y la segunda cosa que se te vino a la mente cuál es?
El poema de dos estrofas que hice en Honduras y mientras se los recitaba, ambos hombres sonrieron:

Vine a Honduras a llevarme el cielo
y el cielo esta en tus ojos Guillermo

Lamento que a las secuelas de la guerra en mi país, todo mundo quiere sacarle raja. Así como la Poesía fue lo primero que empecé a escribir a mi llegada a la Montaña Roja del Sur de Tegucigalpa, así fue también lo que empecé a leer. Tomé de  la Biblioteca del Club una antología bilingüe en la que aparecen creaciones de tres escritoras, entre ellas de la prima ninfómana de Cholopo. Me dejó perplejo la mentira y el oportunismo de la presentación en la que se dice que: ella se alejó  del periodismo por ocho años debido a la violencia en Guatemala. Si lo dejó fue por ineficiente y estúpida y por sus problemas mentales y maritales.
Ya le hubiera gustado a la ninfomanía padecer lo que padecieron otros mártires del periodismo como Irma Flaquer quien firmó su sentencia de muerte en el conflicto de la embotelladora. Los trabajadores habían decidido ir a la huelga, razón por la cual periodistas y autoridades se hicieron presentes. Irma al ver entrar al Arcángel de la Muerte le preguntó si ahora también iban a matar a quien se le antojen. El no respondió porque sabía ella estaba en la lista negra pero decidió que esa sería la última pregunta que le haría por la osadía que tuvo de verlo a los ojos.
Y es que a él nadie lo veía a los ojos y nadie podía contradecirlo. Ni bien le salía barba a uno de sus hijos adolescentes decía se la quitaran porque parecen guerrilleros. Obviamente cualquiera  que le salen pelos en la cara quiere ver cómo se ve con barba y bigote, con cara de hombre. Quisiera primero poder ver cómo me veo, le dijo el muchacho. Te la quitás porque te la quitás y punto, respondió. ¿Por qué?, le dijo el joven no entiendo esa mezcla de ira, regaño y arbitrariedad. Porque yo te lo ordeno. Pensó el joven por su tono de voz que si decía algo podía hasta darle un bofetón inmerecido, razón por la cual decidí seguirle la corriente. Está bien le dijo aunque entre él dijo “su madre” haciéndole creer le obedecería y haciendo luego lo que se le pegara la gana porque pareciera guerrillero o no era su cara y sus pelos. Haría lo que todo el mundo hace agrandando su mundo solitario, incomunicado y yermo: Decirle a todo lo que dijera que si, que si y que si y nada más que si. Esa era una de las estrategias de sobrevivencia para no contradecir a los militares.
Militares como el Arcángel de la Muerte  erigieron a su alrededor un altar y varios templos de adoración a sí mismos. Sus peores víctimas fueron siempre sus propios hijos que crecían ante esa idolatría enajenada ávidos de amor a tal grado que nunca supieron lo que eran esos sentimientos y si bien es cierto no fueron culpables de heredar las malas entrañas también quisieron construir altares y templos pero como nadie se asemeja a dios, todos fueron torres de Babel donde nunca hubo entendimiento ni en ellos mismos o ídolos al estilo de los que destruyó Moisés cuando bajó de hablar con Dios. Deshumanización proveniente de la lavada de cerebro que los gringos daban a lo largo del todo el continente a los latinoamericanos para tenerlos bajo su poder imperialista.
Ninguno de los hijos del Arcángel de la Muerte lo  vio jamás a los ojos. Quizá lo que más temía era que siempre les echara en cara que, pese a que él se los había dado todo, los tres eran unos inútiles. No servían para nada y fueron un fracaso desde el primer momento. Yo hasta los casé, les dí casa y carro y son un desastre. No sé por qué nadie salió a mí. Era la letanía cotidiana para con ellos. El joven de los pelos me dijo: A pesar del cariño que yo le tuve  siempre intuí que con él nunca iba a ser yo mismo porque ser uno mismo era mostrar debilidades que podían ser usadas en un momento de tortura psicológica. Sabía que expresarme era pasaporte para que algo malo me sucediera. Así que aprendí luego el culto al si si está bien, como usted diga, lo único que usted hace vale, nada sirve sólo usted. Culto idolátrico del que me cansé luego y por lo que decidí desterrarlo a él y al resto de mi familia para siempre de mi vida alegando no tener tiempo para verlos por razones de trabajo. La verdad es que no quería ser como ellos y no sabía como desprenderme de ese nexo familiar hasta que descubrí que no era sólo producto de dos padres y me dí cuenta que lo que  nos salvaría sería la otra rama de la que venimos que no podría ser tan vil y que  le daría otros giro a la maldad genética.
Cierta vez el Arcángel de la Muerte dijo a otro de sus hijos: A tus hijos tenés que cuidarlos vos, porque si los secuestran yo no doy ni un centavo y dejo que los descuarticen, así que la culpa vas a tenerla vos y nadie más. Yo no daré jamás mi brazo a torcer. Menos ante esos guerrilleros de mierda. Descubrieron dos  veces a subversivos que iban a secuestrar a dos de los nietos del Arcángel de la Muerte pero como y todos valía cero cuando preguntó el padre sólo le dijo que se callara y que no se metiera en lo que no le importa. Se encogí de hombros como lo hacía siempre simulando indiferencia. Si si está bien, como usted diga, lo único que usted hace vale, nada sirve sólo usted. Así que me callo y punto.
La verdad es que los huevos de decir su opinión, lo que no le parecía y hasta de insultar al Arcángel de la Muerte sólo los tuvo su hija menor, la que fue varias veces diputada, quien se daba hasta el lujo de sacar de la celda a personas que iban a ser torturadas y muertas. Fue el caso de Facundo, el director de teatro con quien trabajé de asistente en la obra El Señor Presidente. Me dijo: Gracias a ella estoy vivo. Una vez que me agarró el Arcángel de la Muerte para matarme me sacó ella misma del Cuartel.
Ni lento ni perezoso fui a contárselo y a preguntarle si era cierto. Si, dijo. Mientras él  metía a diez por una puerta para torturarlos y matarlos, yo saco por lo menos a dos diarios para que sean sólo ocho. Por eso metí a trabajar con él como su supuesta secretaria. Nadie se oponía no sólo porque era la hija del Arcángel de la Muerte y en ese entonces aspirante a diputada sino porque casi nadie estaba de acuerdo con esta metodología que no perdona a ninguno.
Lo que decía ella era cierto. Pese a que el Arcángel de la Muerte fue compañero de banco de Somoza, Pinochet y otros personajes continentales en los cursos que daban los gringos en Panamá y Miami, cuando cayó el dictador nicaragüense y el Arcángel de la Muerte era el “Presidente” de Guatemala acogió a Francisco Urcuyo el sucesor de Somoza y su comitiva, el mismo Arcángel de la Muerte envió por María, la hija de uno de los principales colaboradores de Somoza. Por poco me mata, me dijo cuando la conocí en la Universidad. Me acusaba de guerrillera por mi melena frondosa. Parece que a los militares no les gustan los pelos de nadie, le dije contando la anécdota de los primeros vellos faciales de aquel joven hijo del Arcángel de la Muerte. Pues lo que me salvó fue el anillo que Anastasio le regaló al Arcángel de la Muerte y que llevaba en sus dedos. Eso se lo dio delante de mi papá y yo estaba allí. ¿No se acuerda? Recién llegaban ustedes de estudiar en Panamá, le dije.
Lo que María, ahora destacada en docencia universitaria, dijo era cierto. Lo confirmé en un sueño que tuve antes de salir de Guatemala rumbo a Tegucigalpa por segunda vez. En el mismo, un hombre salido de un retrato antiguo del siglo XIX me habló y dijo que yo me parecía a él, lo cual no dejó de sorprenderme y darme risa porque yo jamás tendría sobre mis labios un bigote antiguo tan frondoso y ridículo. Por esto te escogí para que los nahuales de tu nacimiento estuvieran conectados a la lagartija que elimina la influencia del enemigo, cura enfermedades del cuerpo y del alma, cuenta historias y reivindica la voz de los que llevamos  una vida honrada y decente.
-A mi me hubiera gustado que la familia permaneciera pobre porque éramos gente digna y decente. Pobres pero honrados m ´hijo. En cambio, ahora que hay pisto, gracias a los sobornos que Arcángel de la Muerte ha hecho a algunos de mis hermanos para que se queden callados y no me reclamen, mirá cómo se ha enlodado mi apellido. Hubiera preferido hubieran seguido metidos entre la mierda de caballos que cuidábamos mis hermanos y yo cuando éramos niños porque esa mierda si embarra, se baña y ya.  Pero la mierda del alma no se lava con nada, sobretodo ante tanto dolor del pueblo.  Me cae mal eso porque el Arcángel de la Muerte es del pueblo como lo soy yo, lo fueron mis hermanos, mi tata y mi nana así como los hermanos de él, su tata y su nada. Cuando se muera, lo voy a estar esperando en el infierno para darle una verguiada como nunca le han dado. Lo primero que voy a hacer es darle de trancazos en la morra porque allí fue donde lo tocó el Arcángel Dios cuando se le apareció, según él mismo dice. Dice que le dijo el ser divino que él era el mismo Arcángel de Dios en la Tierra, y que a los dos los había diseñado diosito para salvar al mundo y limpiarlo de porquería. Después de estar en ayuno durante una semana el Arcángel de la Muerte llegó a la conclusión que la porquería a la que se refería su gemelo celestial eran los indígenas que junto a la forma fea de pensar de los católicos había que eliminar. Luego, hizo el plan de tierra arrasada y de fundación de su Iglesia Evangélica, desde donde televisaba cuando era “presidente” el servicio dominical promoviendo la unidad familiar. Por ello siempre empezaba todos sus discursos diciendo “usted papá…. usted mamá… ustedes hijos”. Y por dentro, me dijo cuando me torturaba, oía la voz del ser que se le apreció diciendo: Hijo sí, pero de la gran puta…
Impresionado por el sueño, inmediatamente indagué de quién se trataba el hombre de bigote ridículo con mi abuela Lola.  Lo primero que hizo fue sonreír. Me alegro lo hayas soñado porque ese hombre valía oro. Era íntegro. Rectísimo. Nada que ver el Arcángel de la Muerte, que se volvió ateo en aquellos tiempos con tal de llevarle la contraria cuando lo torturó con sus propias manos. Por eso no me trago el cuento que ahora es Pastor de Iglesia. Mucho menos que se le apareció el Arcángel de Dios para decirle que él era su gemelo. En burla a esa historia, todo mundo le llama el Arcángel de la Muerte. Pero volviendo al señor que soñaste, tené por seguro que si lo está esperando en el infierno para pegarle como cuando no le hacía caso o le faltaba el respeto a él y a la religión católica. Ojalá me muera yo antes que él para poder ver eso. Nada me agradará más que ver cómo recibe algo de lo que se merece porque estoy segura que aquí en la tierra todo quedará impune, como si nada. Como se queda todo.
Como vos el señor bigotón que decís parece sacado de una fotografía del siglo XIX sacaba un Vía Crucis en Viernes Santo… en esa época, la de la Semana Santa, fue cuando el Arcángel de la Muerte lo capturó y lo encerró y mientras lo torturaba le decía: Los curas son unos maricones que usan faldas y camisones porque no tienen el valor de ser travestis. Jesús como tenía carne cogía con Magdalena y lo más probable es que a ésta también se la hayan pasado San Juan y San Pedro. Aseguraba el Arcángel de la Muerte que todos los doce apóstoles formaban una cantina, un burdel o algo parecido. La Virgen María se agarró a otro y resultó embarazada y se inventaron el cuento del  Espíritu Santo y lo más probable es que uno de los ladrones entre los que murió nuestro Señor era amante suyo sino ambos. Jesús no nos salvó de nada porque nadie salva de la naturaleza a la propia naturaleza. Según decía don Arcángel de la Muerte sólo existe la naturaleza. Yo desde que me enteré me pregunto ¿quién hizo la naturaleza, pues? Por eso ese hombre bigotón, dulce y generoso que siempre me dio mi lugar y me respetó como se nota hasta en tu sueño te dice la verdad. Creele y hacé todo lo que él te diga. Amalo, veneralo y respetalo como lo que es... No dudes de él si vuelves a soñarlo y si eso ocurre salúdalo de mi parte y decile que si el Arcángel de la Muerte se muere antes que yo, por favor me espere para darle la verguiada que le tiene preparado delante de mí. Así me voy a quitar la rabia y cólera que tengo desde que me ví obligada a aceptar los caprichos que el imponía al pueblo cuando salía en la televisión. No le puedo perdonar que interrumpiera mis telenovelas. Y es que uno no podía ni protestar porque le quitaban sus programas porque se lo mandaban a tronar.  Decile a ese don que has soñado – si volvés a soñarlo, claro- que lo extraño mucho y que lo que más me hace falta es ir a la Iglesia acompañada de él, aunque ahora lo hace en espíritu. Decile que me salude a su esposa con quien me hubiera gustado vivir más en esta tierra. El se llama Calixto. Fue un gran hombre. Fue guerrillero. Fue mi hijo. Fue tu papá.


A mi regreso a la Montaña Roja del Sur de Tegucigalpa,  había una carta sobre mi escritorio que me había enviado antes de mi regreso Héctor Mario desde Guatemala. Me sentí mal porque por la premura del viaje a Chichicastenango y la búsqueda de detalles para ayudar a culminar la investigación de Max absorbieron todo mi tiempo y no pude ni siquiera saludar a Héctor Mario En ella me informaba de que en España querían enjuiciar al Arcángel de la Muerte. Que siguen buscando al ex ministro de Gobernación y al Director de la Policía en México. Recordé de inmediato cómo se dijo que este era como un chivo expiatorio que no tenía nada que ver con lo ocurrido porque siempre fue cosa de militares pero si la Premio Nóbel así lo quería, así lo iba a tener. Después de todo esa mujer es parte de los entretenidos números del circo llamado Democracia.
Contaba también Héctor Mario de los avances que la Corte Interamericana de Derechos Humanos tenía los casos de Jorge Carpio y la hermana de Cheli, nuestra compañera de estudios en la carrera de Derechos Humanos. Cheli busca por años desesperadamente a su sobrina, arrancada de los brazos de su madre ni bien nació. La mujer estaba embarazada y se esperó naciera el niño como parte de un negocio de venta de niños que el Arcángel de la Muerte tenía en el extranjero. Torturada, violada y asesinada recién parida fue su cadáver tirado al Río Motagua donde apareció, como muchos otros, en estado de putrefacción.
Como había dejado a Héctor Mario encargado de mi trabajo en el Plan Pastoral de Zacualpa me puso al tanto de pormenores y con sorpresa señalaba el paralelismo entre las leyes indígenas y ladinas. Por eso Eleazar, el amante de Cholopo fue azotado públicamente en el Parque bajo la Ceiba. Lo sorprendieron robando los objetos que le lleva a Cholopo en la madrugada y el alcalde decidió darle sólo 30 latigazos de los 50 que merecía. Le destrozaron la espalda y cuando fue a buscar a Cholopo para que le ayudara con sus besos y caricias a sanar las heridas, este lo echó a patadas y decidió irse a pasar una temporada con su prima ninfómana que dice es una periodista víctima de la represión como lo fue Irma Flaquer.
Finalmente, Héctor Mario contó que fue a la cárcel a visitar al padre Túnchez, sentenciado por la muerte de monseñor Gerardi.  No cabe duda que ese hombre es inocente pero esconde algo. Tuvo valor hasta de dejarse acusar de  ser él el que mató a monseñor por celos porque era amante del prelado. Pero tengo la certeza que Dios está en esto porque en todo El Quiché, por ejemplo, la presencia de Monseñor se siente cada vez más y más viva. Pareciera que no lo mataron.
No debiera sorprenderme porque tú sabes que creo en Dios pero es extraño ante la proliferación de tanta secta protestante siguiendo el desarrollo del Plan Rockefeller en cuya esencia se ha pretendido dividir el catolicismo para romper la identidad que da a cualquier pueblo unidad y lo vuelve una verdadera Nación. Recuerda que cuando Rockefeller vino a América Latino y vio la unidad de nuestros pueblos gracias al catolicismo, se alteró porque “el pueblo unido jamás será vencido” y podríamos toda Latinoamérica hacer frente al imperio del Norte aunque ni siquiera hubiese necesidad porque con tanto inmigrante hispano la derrota de los gringos se daría en su propio territorio.
El Arcángel de la Muerte se prestó a ese plan y quiso exterminar al pueblo de distintas maneras. Una de ellas fue masacrando aldeas completas. Desapareciendo poblaciones completas. Arrasando con todo para dejar la tierra sin sus legítimos habitantes. Pero no contaba con que los mismos gringos iban a aburrirse y al pasar el tiempo a fijar más su atención en otras áreas como Medio Oriente donde los ocupa el petróleo. Además, la Perestroika hizo lo suyo y el circo, como dice el mismo Arcángel de la Muerte, se llamó Democracia y en el mismo los gringos, antes propiciadores de las matanzas y masacres ahora se visten con el traje de defensores de los Derechos Humanos y reclaman a nombre de los muertos y masacrados. ¡Vaya si la gran prostituta apocalíptica no es una realidad en nuestros tiempos!
Y cómo no pensar en esa prostituta cuando el Arcángel de la Muerte  ha entrado al Circo para protagonizar la Democracia con ese su partido donde él quiere ser Presidente y su hija, diputada. Su objetivo es burlarse de la historia haciendo que el pueblo masacrado le de sus votos... que la gente crea que los métodos del pasado son los que sarán paz y seguridad... que los preceptos bíblicos son los que regirán la Nación. Ha creado hasta una nueva mitológica donde en un sueño se le apareció un arcángel que le dijo que él era su gemelo, un  arcángel encarnado que se encargaría de salvar al pueblo. No cabe duda que el Plan Rockefeller ha hecho estragos y dado resultado según sus ideólogos.
El Arcángel de la Muerte con dicho Plan en la mano no le queda de otra que arrasar y masacrar ahora desde el púlpito. Fundó su Iglesia con financiamiento internacional metiéndose también con otro vestido al Circo de la Democracia. Pero como la voluntad superior existe, la luz no se apaga aunque parezca extinguirse. Es por ello que los cuartos de tortura se han vuelto ahora capillas y la memoria histórica se ha llenado de detalles de mal gusto (en el decir de Sor Juana).
Ante el plan Rockefeller, ante tanto dolor y miseria que debiera haber mermado al pueblo, en este circo de la democracia latinoamericana donde los únicos huevos que parecen bien puestos son Cuba y Fidel; Venezuela y Chávez,  me sorprende ver –repito- lo vivo que está Monseñor Gerardi y es que como tú me dijiste que alguna vez te dijo Juan, el dueño de Chichirancho Nunca nos vencieron. Creyeron nos conquistaron pero no fue así. La Iglesia Católica de Santo Tomás no es Iglesia Católica sino la piedra ancestral. Los santos no son santos sino signos de nuestros creadores. Los que mandan no mandan sino nosotros. Ahora podríamos decir en vez de Iglesia Católica, Evangélica y en vez de santos, también católicos, el fanatismo sectario. Los que mandan no mandan sino nuestros ancestros, nuestra verdad.
Pese a ello el pueblo está estúpido ante tanto dolor. Tanta mutilación de sus hijos, tanta herida a la tierra al arrancarle sus hijos como se arrancan los árboles y se deforesta... ha hecho que el pueblo se quede tonto, dormido, anestesiado... al cuidado de lo superior de lo que Monseñor Gerardi vivo como se le percibe es la señal más notoria. Yo así lo veo como veo una señal en la hija de Juan, a  quien al verla dar sus primeros pasos y por su nombre propio me hacen pensar que el Sol y la Luna se tornaron niños después de la muerte del pueblo y vuelven a andar iniciando  un nuevo ciclo para esta raza indómita cuya sangre nutrió las capillas de tortura de Zacualpa.
Te extraño y te recuerdo desde tu tierra Guatemala. Vuelve pronto.
Tu director de teatro, Héctor Mario”.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE
Tegucigalpa, Honduras, Viernes  Santo, 25  de marzo 2005 (2:50 hrs)


El es el director de Teatro Hector Mario Solis a quien incluye el autor de esta novela de manera ficticia en esta novela como un homenaje al cambio que tuvo en su carrera teatral, gracias a su influencia. Ademas, Hector Mario estimulo muchísimo al autor para que se especializada en Derechos Humanos y fuera, por ello, declarado Agente de la Paz por las Universidad de San Carlos y Landivar para, luego, en Honduras empezar a perfilarse como Embajador Cultural de la Paz.


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